Deporte y aventura sobre la Vespa

La extraña forma de la Vespa siempre ha ido unida al deporte y a las aventuras. Debe ser que por su carácter noble, fiable y sin complejos, a la gente siempre le ha atraído la idea de hacer diabluras sobre una Vespa. Jordi Balart, uno de los más veteranos distribuidores de la marca italiana en España, empezó a interesarse por estos scooters cuando formó parte de los denominados "Diablos rojos", que era uno de los muchos grupos que gozaban haciendo acrobacias sobre una Vespa.

Casi desde el mismo día que nació, el público la adaptó a sus necesidades, dándose el caso de Georges Monneret que en 1952 construyó la primera Vespa anfibia para el rallye París-Londres; cruzó con éxito el Canal de la Mancha. Pero el año anterior, el propio Enrico Piaggio preparó una Vespa de 125 ce. "cazarécords ' que conquistó, sin problemas, la marca mundial de velocidad para el kilómetro lanzado a 171,102 km/h. Todo tipo de aventuras han surgido tras el manillar de una Vespa, a priori una moto pensada para solucionar los problemas del tráfico urbano, como la que protagonizó la expedición al Congo de 1951.

Historia del deporte y aventura sobre la Vespa

Pero hay mucho más: Giancarlo Tironi llegó en Vespa al Círculo Polar Artico; Carlos Velez, de Argentina, cruza la cordillera de los Andes desde Venezuela hasta Santiago de Chile; Roberto Patrignani, de Milán a Tokio; Soren Nielsen se fue a Groenlandia; James P. Owen, desde EE.UU. hasta la Tierra de Fuego; Waly Bergen, a las Antillas; Valenti y Rivadulla (apoyados por MOTOCICLISMO) la vuelta a España sin parar; la británica Warrall, de Londres a Londres, pasando por Australia; Geoff Dean, la vuelta al mundo; Giuseppe Morandi, 6.000 kilómetros por el desierto; y miles de scooteristas desde cualquier punto de Europa al Cabo Norte. Probablemente si Emilio Scotto no hubiera tenido una Gold Wing, se hubiera animado a hacer su viaje alrededor del mundo con una Vespa.

En el plano deportivo, no hay que olvidar las numerosas competiciones con Vespa que se han realizado en España hasta hace muy pocos años, y hoy han encontrado el relevo en la copa monomarca Zip y Storm, también promovidas por Piaggio.