Que BMW es una moto con una gran carga tradicional es algo que no creo que nadie se atreva a discutir. Pero dado que inmovilismo es sinónimo de retroceso, en el departamento de desarrollo de la marca también se trabaja en proyectos atípleos en la trayectoria de la marca. Ejemplos de ello son los motores tri y tetracilín-dricos de la serie K, o el más reciente proyecto, la F 650. Todo ello sucede a pesar de la desesperación de los "bemeuvistas" más puros, que no son otros que los seguidores incondicionales de la mecánica bóxer -a ser posible refrigerada por aire, por supuesto-. Cuando en su día el cuatro en línea de la K 100 vio la luz, se dejaron oir fuertemente lamentaciones y quejas, pero el "sumum", la máxima aberración para los radicales, fue la llegada de la F 650. Era la primera BMW de la historia sin transmisión final por cardán, y si esto de por sí no fuese suficiente, esta moto que lucía el nombre de BMW en el depósito llevaba un motor austríaco. Para rematar toda esta "ensalada", era montada en las dependencias de una fábrica en Italia. Fue algo así como querer servir en un pizzería, un "Wiener Schnitzel" como auténtico codillo alemán.
Sea como fuere, y por mucho que les duela a algunos, estas afrentas a la tradición, al final han servido para arreglar las cifras de ventas de la marca alemana. Si bien el porcentaje de ventas de los modelos K se ha estancado en los últimos años, en el cómputo general continúa teniendo un peso importante. Y que decir de la repudiada F650, que se convirtió desde los primeros momentos en todo un éxito.
Esta circunstancia sin duda estimuló a los estrategas de mercado de la marca para realizar estudios sobre conceptos poco habituales. "Hoy por hoy existen dos segmentos de clase alta en los que estamos ausentes", explica Walter Hasselkus, máximo responsable del departamentos de motos dentro de BMW-AG. "Nos falta un producto competitivo tanto entre las súper deportivas como entre las custom". Entre las cabezas pensantes de la marca bávara se es perfectamente consciente que de los seguidores de la marca, existen muchos más partidarios que gustan de una conducción relajada que amantes de las motos súper deportivas. "Nos decantamos más por el lado custom/cruiser, pero todavía la decisión no ha sido tomada".
Sobre lo que no cabe ninguna duda, es el tipo de mecánica a emplear. "El bóxer es algo tradicional dentro de BMW. La imagen tradicional es muy valorada". Todavía no está muy clara la cilindrada a utilizar, ya que el bicilindrico opuesto tiene sus limitaciones a la hora de subirle los centímetros cúbicos.
Las nuevas motocicletas custom de BMW
Mientras en fábrica deciden que camino tomar, hemos querido realizar nuestros propios bocetos de lo que podrían ser las futuras BMW custom. Partiendo del bóxer multiválvula de última generación, hemos esbozado unos dibujos en los que se ha buscado una imagen tipo Harley Davidson, y que incluyen soluciones técnicas que van desde la clásica horquilla convencional hasta la utilización del moderno y exclusivo sistema de suspensión Telelever.
Mostrados nuestros dibujos a Herr Has-selkus, este comentó que tanto la Road Star como la Classic Street, le parecían dos bocetos interesantes. En cuanto a la variante más "chopper", aseguró que una moto de esas características tendría pocas posibilidades de ver la luz en BMW. ''No queremos hacer una copia de una Harley. Nuestra custom o cruiser deberá tener personalidad propia y ser ante todo una BMW". Lo mismo vale para la técnica a emplear en este tipo de motos.
"Por supuesto también en este segmento BMW prestará especial atención en ofrecer tecnología de punta, y tendrá muy en cuenta la seguridad y el medio ambiente. Como el resto de los bóxer, contará con ABS de última generación y catalizador de tres vías". En caso de salir adelante el proyecto custom de BMW, sus responsables aseguran que su cruiser seguirá transmitiendo a sus pilotos el placer de montar en moto.
Una moto de estas características debería tener su lugar en el mercado. Y es que la tendencia de los últimos diez años muestra el paulatino alejamiento de las motos deportivas radicales, mientras que los modelos orientados al disfrute del tiempo libre a base de viajar han aumentado claramente.
Por eso, todo hace prever que la decisión final en las altas instancias de BMW dará carta blanca a la creación de una custom. Incluso si esto significa un nuevo motivo de disgusto de los puristas de la marca. El responsable de la división de dos ruedas apuntó también que el riesgo que BMW pueda correr adentrándose en una nuevo segmento del mercado, está calculado. Sea como fuere, los potenciales compradores de una BMW custom deberán esperar cuando menos hasta 1997 para poder acercarse a algún concesionario en busca de su nueva moto.
